Parece que los suecos tienen menos sexo que nunca y su gobierno está realmente preocupado. Tanto que el Estado ha decidido encargar un estudio sobre los hábitos sexuales de sus ciudadanos para saber qué es lo que va mal.

Todo comenzó en 2013 cuando el tabloide Aftonbladet publicó una encuesta realizada a 3.000 personas que demostraba que el coito estaba más obsoleto que nunca. La decadencia sexual impresionó a los líderes suecos tanto que el ministro de Salud Pública del país, Gabriel Wikstrom, ha considerado que es hora de hacer una nueva encuesta oficial.

El ministro considera que es importante averiguar si la encuesta del diario es cierta y si es así, cuál es la razón de que esto pase, sobre todo teniendo en cuenta que el último estudio oficial se realizó hace 20 años.

Wikstrom publicó el pasado domingo un artículo de opinión en el diario Dagens Nyheter en el que opina que si lo que está afectando a la vida sexual de los suecos es el estrés y los problemas de salud, entonces el tema "es también un problema político".

"El sexo es un área que influye fuertemente en la salud de las personas por lo que no se puede hablar solo de cosas como, por ejemplo, las enfermedades venéreas, sino de cosas positivas del sexo", ha escrito el ministro.

Según los datos de la encuesta, todo apunta a que Suecia se está sumando a la lista de los países donde reina la falta de apetito sexual. Y la cuestión no es baladí sino que está adquiriendo importancia global.

Si hace unos años la Asociación Japonesa de Educación Sexual publicaba que el 45% de las chicas entre 16 y 24 años "despreciaban los contactos sexuales", otros datos indican que también en Reino Unido la frecuencia del coito había bajado.

Si en 2001 los británicos entre 16 y 44 años decían tener sexo unas 6,3 veces al mes, en 2013 las cifras habían caído hasta los 4,9 encuentros sexuales mensuales. ¿La causa? El estrés del trabajo y las cuestiones monetarias se han instaurado como los archienemigos de la libido.

A estos dos problemas hay que sumarle otro bastante común: el uso del porno como sustituto de las relaciones sexuales. Las personas han encontrado una vía fácil para la satisfacción en la que te evitas intentar socializar y pasar por el engorroso ritual precoital. El autoplacer se instaura.

El descenso de las estadísticas también se puede buscar en una inclinación colectiva ya no tan silenciada a la que cada vez se adhieren más personas: la asexualidad, en la que la gente pasa del sexo simplemente porque no siente ninguna atracción sexual por nadie.

Por el momento todo son conjeturas. Las causas de la poca frecuencia sexual entre los suecos no se sabrán hasta el 2019, cuando la Agencia de Salud Pública de Suecia revelará las conclusiones de su extenso estudio.





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