El conflicto con cooperativistas mineros estuvo planificado y preparado con el respaldo de políticos de la derecha, aseveró el presidente boliviano.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó este sábado que el Gobierno derrotó un nuevo golpe de Estado con el fin del conflicto provocado por el sector cooperativista minero que bloqueó carreteras del país para exigir se atendieran una serie de peticiones, entre ellas, el rechazo a la promulgación de la Ley 149, que garantiza la creación de sindicatos en las unidades cuentapropistas de servicios, y la defensa de contratos firmados con empresas privadas.
"El Gobierno nacional ha derrotado un golpe de Estado. Yo estoy convencido y saben algunos dirigentes", afirmó el mandatario en una conferencia de prensa realizada en la Gobernación de Cochabamba.
Moarales mencionó que en la conspiración política estuvieron implicadas empresas privadas y solo algunas cooperativas mineras engañadas por algunos dirigentes e incluso obligaron a trabajadores eventuales a movilizarse para defender sus reivindicaciones personales.
Entre las pruebas están declaraciones de varios políticos opositores derechistas que apoyaron las demandas del sector movilizado, "Ahí estaba la derecha. Textualmente dijeron apoyamos a las cooperativas mineras porque está defendiendo la capitalización. Revisen los periódicos. Revisen las entrevistas", subrayó el jefe de Estado.
Informó que una indagación preliminar comenzó a recopilar pruebas de los fines desestabilizadores de los involucrados, entre ellos, algunos documentos.
"Ahora estamos informándonos y encontrando documentos que (textualmente dicen) que esto es para tumbar al Gobierno", manifestó.
Por su parte, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, informó que se trató de un movimiento "altamente conspirativo" y fue preparado "sigilosamente".
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