El horror que una madre vive al no encontrar a su hijo no se compara con nada, es como si le arrancaran el corazón en carne viva mientras su mundo se cae a pedazos. Esto fue lo que vivió Amanda Smith de Gent, Virginia.
Esta joven madre soltera de 26 años laboraba en la oficina del Servicio Postal de Estados Unidos y un día, le tocó trabajar tiempo extra, debería de presentarse un par de horas antes de su horario habitual. Amanda vivía con su pequeño hijo Jake de 8 años, generalmente lo dejaba en la escuela y de ahí partía al trabajo pero ese día hizo una excepción.
Amanda le pidió a Jake que la esperara en el auto mientras ella adelantaba trabajo, jamás imaginó que su hijo desaparecería. El niño estaba listo para sus clases pero aprovechó para dormir un poco y de repente, sintió que el auto se movía, al abrir los ojos, dos hombres estaban en el asiento frontal conduciendo quién sabe a dónde.
Amanda salió de la oficina lista para llevar a su pequeño a la escuela y sintió que su corazón se congelaba cuando vio que su auto y su hijo no estaban. Buscó por todos lados y marcó a la policía pero no podía ocultar su desesperación. Su hijo estaba en peligro y ella no podía ayudarlo.
Pasaron 20 minutos, quizá los más largos de su vida, cuando Amanda recibió una llamada, su hijo había sido encontrado y por un momento pensó lo peor. El oficial de policía que le marcó, señaló que habían encontrado a Jake en la escuela donde estudiaba, al parecer los ladrones lo habían dejado ahí, tres millas después de la primaria encontraron el auto de Amanda.
Cuando por fin pudo ver a su hijo, él estaba de lo más tranquilo. Le contó a su madre y a los policías que dormía en el auto y de repente sintió que el auto se movía, cuando vio a los sujetos ahí les preguntó que quienes eran, ellos dijeron que su mamá les había pedido llevarlo a la escuela, Jake les dijo por dónde ir y lo dejaron en la puerta.
Amanda no podía creer su suerte, sin duda un ángel había cuidado de Jake, jamás pensó sentir algo tan escalofriante pero afortunadamente ahora todo estaba bien.