En primavera, los machos de las serpientes de jarretera de flancos rojos, comienzan una carrera multitudinaria y frenética para aparearse, tras oler el menor rastro de las feromonas sexuales de una hembra.
Esta especie de serpiente que habita que habita en praderas y otros ambientes húmedos, desde Canadá hasta Costa Rica, forma auténticos montones enmarañados de hasta 100 machos que se lanzan sobre una sola hembra. Los machos detectan el olor de las hembras en el aire, sacando y metiendo la lengua.
Después de aparearse, el macho deja un "tapón" de una sustancia cerosa dentro de la hembra, para impedir que se aparee con otros machos. Incluso, algunos pueden imitar el comportamiento y olor de las hembras receptivas para distraer a los competidores.
Esta "orgía" anual, garantiza que todas las hembras queden preñadas media hora después de haberse despertado, de modo que las crías nazcan antes de la hibernación.

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