Stockings nació con una malformación en sus patas traseras: sus articulaciones se habían desarrollado del revés, lo que le impedía desplazarse con normalidad Gracias a la ayuda de los miembros de la asociación Tree House Humane y a una serie de operaciones, las patitas traseras del gato recobraron su forma natural. Ahora Stockings, que cuenta con solo ocho semanas de edad, puede correr y jugar como otros gatos, e incluso ya tiene dueña.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.