Un incendio y varias potentes explosiones arruinaron una planta de fertilizantes del estado de Texas (EE.UU) situada a unos 100 kilómetros al sur de Dallas. El siniestro ha dejado decenas de víctimas mortales y al menos 160 heridos. “Fue como una bomba nuclear”, declaró el alcalde del vecino municipio de West, Tommy Muska, quien sobrevoló en helicóptero la zona de la catástrofe.
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