
La Política Energética de Iluminación de los Estados Unidos pretende una mayor eficiencia con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía. La Ley de 2007 de Independencia Energética y Seguridad (EISA 2007) expuso los cambios en la legislación de la iluminación, entre ellas la eliminación gradual de la iluminación incandescente, que comenzó con la retirada de las bombillas de 100 y 75 vatios en 2012 y 2013, y va a culminar con la eliminación de las de 40 y 60 vatios a partir del 1 de enero de 2014.