
En esta ocasión, las víctimas escogidas son cuidadores de personas, que asisten al llamado de una mujer con un familiar en cama. Cuando van a la habitación del paciente, comienza el momento de terror. El cuidador se acerca a atender a su paciente, pero este comienza a gritar en tonos diabólicos, lenguas extrañas y a dar vuelta su cabeza en 360 grados. Toda esta escena hace que el embromado salga corriendo entre gritos del lugar.