Vecinos de Ashton, un pueblo del condado metropolitano de Gran Manchester (Inglaterra), llamaron a la Policía local para informar que estaban cayendo ladrillos y escombros de una casa antigua en el centro del pueblo. Tras la llamada enviaron a un ingeniero en estructuras para que viese la forma de hacer más seguro el edificio, ya que estaba en inminente riesgo de colapso. En las imágenes se ve a un obrero retirando los ladrillos de la fachada de la casa, pero al parecer golpeó en el punto equivocado y el edificio se derrumba instantáneamente. Afortunadamente no hubo víctimas.
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