Aquí hay ocho ejemplos de películas que surgieron de a partir de objetos, sujetos o situaciones que no suelen ser fuente de inspiración en el cine:
Un parque de diversiones da lugar 4 películas (y sumando)
Piratas del Caribe (2003-2016) quizá sea el ejemplo más conocido de películas cuyo origen hay que buscarlo en un lugar extraño: un parque de atracciones. La atracción homónima de Disneyland (California), el parque Disney más antiguo del mundo, se construyó en 1967, más de 30 años antes de la saga. Fue la última atracción cuya construcción supervisó el mismísimo Walt Disney antes de su muerte y también es el origen de la canción de piratas que cantan en los filmes (Yo Ho, un gran pirata soy). En un giro de postmodernidad, la atracción (en todas sus versiones de los cuatro parques Disney) ha ido incorporando a los personajes de las películas al recorrido. El creador del videojuego Monkey Island, Ron Gilbert, ha apuntado en más de una ocasión las numerosas similitudes entre el juego y la saga de Piratas del Caribe, pero reconoce a su vez que él mismo se inspiró en la atracción para crear el juego.
Las cartas de marcianos 'retro'
Mars Attacks (1996) reunió a una impresionante cantidad de estrellas para una película tan gamberra. Pero, aunque la dirigiera Tim Burton, no fue suficiente para Johnny Depp, que por primera vez rechazó un papel en una cinta de su director fetiche (papel que fue a parar a Michael J. Fox). La película recuperó en taquilla, sin más, quizá porque se estrenó el mismo año que Independence Day con una premisa "similar" pero más irreverente y menos espectacular. ¿Habría sido el resultado el mismo hoy en día? Quién sabe, ahora que lo retro está de moda: la invasión marciana se inspiró en unas cartas de los años 60, incluido el cómico diseño de los extraterrestres. También la ignoraron en los Oscar.
'Hundir la flota' en el cine
Battleship (2012) no tuvo mayor premisa inicial que el famoso juego de mesa de hundir barcos. Luego fue añadiendo atractivos, con espectaculares efectos especiales y la improbable combinación de casting de Liam Neeson y Rihanna. No fue un éxito de taquilla, especialmente fuera de EEUU, donde tuvo unos resultados muy pobres. Hasbro no tardó en aprovechar el tirón y sacar de nuevo el juego original y una versión inspirada en la película, aunque el pinchazo en taquilla los convenció de abandonar sus planes de adaptar otros juegos a la gran pantalla. Otros han preferido lanzar una parodia.
Dos genios hacen un corto basado en cuadros
"En 1946, dos artistas legendarios empezaron a colaborar juntos en un corto...". Así empieza Destino, un proyecto de Walt Disney y Salvador Dalí que quedó abandonado durante décadas en los archivos de la empresa de entretenimiento. El sobrino de Disney rescató la idea, un corto con una idea muy sencilla (en palabras del propio creador, "chico conoce chica") y basada en el imaginario del pintor surrealista.
Los sueños llevados a la gran pantalla
Destino no es la única película basada en cuadros: Sueños (1990), de Akira Kurosawa, está compuesta de ocho relatos, uno de los cuales transcurre en el interior de un cuadro de Van Gogh. Es tan surrealista en forma y contenido como el estilo del holandés, y en él se ve al pintor interpretado por alguien muy famoso... Pero el filme en sí está basado en los sueños del propio director y el relato es incoherente y absurdo, como son los sueños. Apenas hay diálogo ni conexión entre los ocho segmentos
Un anuncio de más de hora y media
Lego: la película (2014) no es una película. Es un anuncio de 100 minutos de duración. Con un guión sencillo, un montón de cameos de figuritas famosas y unas cuantas estrellas para ponerles voz (entre ellas Morgan Freeman, Elizabeth Banks y Liam Neeson, en la que es su segunda mención en esta lista), la película fue un éxito de taquilla, hasta el punto de que ya se prepara secuela para 2017. La historia ha sido elogiada por su dirección artística y sentido del humor. Lego Group, la empresa responsable del juguete, sacó a su vez 17 escenarios inspirados en la película y un set de figuras de la cinta, que también ha generado un videojuego.
Aimee Mann inspira a Paul Thomas Anderson
Magnolia (1999), el tercer filme del aclamado director Paul Thomas Anderson (autor también de Boogie Nights y Pozos de ambición) recibió grandes elogios de la crítica aunque la taquilla no le acompañó, a pesar de tener un casting plagado de estrellas (Tom Cruise, Philip Seymour Hoffman y Julianne Moore, entre otros). Anderson se inspiró para hacer la película en la música de Aimee Mann, cantautora a la que escuchaba en la época. Save Me, la canción de clausura de la película, fue nominada a los Grammy, los Globos de Oro y los Oscar, pero no ganó ninguno. Anderson fue el autor del videoclip de esa canción, que sí ganó el premio al mejor montaje en los premios MTV de 2001. Pocos premios y un origen extraño para una película extraña.
La vida de un actor que hace de sí mismo
The Gong Show Movie (1980) quizá sea uno de los giros más locos del cine. Chuck Barris, presentador y creador del concurso de talentos televisivo The Gong Show, tuvo la idea de rodar una película sobre una semana ficticia de su vida dirigiendo el show que dirigía en la vida real. El resultado es una bizarrada que se estrelló en taquilla y recibió el mayor de los desprecios por parte de los críticos. El programa aún la sobrevivió diez años (eso sí, con otros presentadores) y George Clooney dirigió una película (bastante menos desquiciada) sobre la vida de Barris, Confesiones de una mente peligrosa. Nunca salió ni en vídeo ni en DVD, aunque periódicamente puede verse en la televisión de EEUU. Y hay algunos interesados en que el show vuelva.