Bridget y Brian O’Neill llamaron a la policía cuando escucharon ruidos extraños y rasguidos que venían de debajo de su cama después de llegar a casa y encontrar que la habían saqueado.
Pero la policía no encontró un animal ni un ’poltergeist’, sino una mujer demacrada con ojos salvajes, que se había escondido durante dos horas debajo de la cama.
"Cuando vi que se trataba de una mujer, mi realidad repentinamente cambió", dijo el Sr. O’Neill. "Mi esposa casi se cayó por la escalera".
La pareja llamó a la policía cuando regresó a casa el miércoles por la noche y encontró su correo desgarrado, pintura en el baño y -curiosamente- las plantas de 20 pares de zapatos y botas arrancadas y dispersas. Pero no encontraron evidencia de robo.
Llamaron a la policía otra vez cuando escucharon los ruidos.
La mujer, que pesaba apenas 41 kilos, dijo a la policía que había estado en un rapto de locura causada por la ingesta de metanfetaminas durante varios días.
Los O’Neill encontraron más tarde una jeringa y un cuchillo de cocina debajo de la cama.
"Honestamente, me siento un poco mal por ella", señaló la señora O’Neill. "La mujer era tan pequeña y estaba tan fuera de sí que es difícil estar enojada".