El método parece brutal, pero en realidad es muy efectivo. La masa de agua que acompaña a los peces rompe la tensión superficial del lago, y el pequeño tamaño de los alevines ayuda a que sobrevivan a la caída sin problemas.
Sembrar peces jóvenes mediante avionetas o helicópteros es un método muy extendido para repoblar lagos de difícil acceso por carretera. La práctica no solo tiene por objeto ayudar a mantener equilibrada la población de carpas, barbos o truchas tras el invierno. También asegura una buena pesca a la multitud de aficionados que se reúnen en las orillas de estos lagos, y que suponen un fuerte ingreso turístico para las comunidades rurales.