
Un elefante había muerto por causas naturales, en la orilla de una laguna de la Reserva Nacional de Samburu, Kenia. Un cocodrilo de gran tamaño encontró el cuerpo solitario y se disponía a devorarlo, aunque algo lo detuvo. Tres leonas que habían salido a cazar divisaron el bulto a gran distancia y corrieron hacia él: como el cocodrilo aún no había mordido a su comida, las felinas se dispusieron a desafiarlo.