Manara ha imaginado a Spider-Woman en una pose muy sugerente, pero más apropiada para un cómic erótico que para una historieta de superhéroes de acción. El hecho adicional de que el personaje parezca llevar maquillaje corporal en lugar de un uniforme (ni la ropa de tejido molecular se adapta así a los contornos) no hace sino empeorar el efecto. Las reacciones negativas no se han hecho esperar, y no solo entre mujeres.
La polémica portada del primer número de Spider Woman de Marvel
Marvel vuelva a apuntarse a la polémica barata. La editorial ha tenido la ocurrencia de contratar nada menos que a Milo Manara para dibujar la portada alternativa del primer número de Spider-Woman. Aunque no es la primera vez que el maestro italiano del cómic para adultos dibuja algo para Marvel, su intervención en el debut de la mujer araña no ha tenido una buena acogida. La razón es roja y salta a la vista.
Manara ha imaginado a Spider-Woman en una pose muy sugerente, pero más apropiada para un cómic erótico que para una historieta de superhéroes de acción. El hecho adicional de que el personaje parezca llevar maquillaje corporal en lugar de un uniforme (ni la ropa de tejido molecular se adapta así a los contornos) no hace sino empeorar el efecto. Las reacciones negativas no se han hecho esperar, y no solo entre mujeres.
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Manara ha imaginado a Spider-Woman en una pose muy sugerente, pero más apropiada para un cómic erótico que para una historieta de superhéroes de acción. El hecho adicional de que el personaje parezca llevar maquillaje corporal en lugar de un uniforme (ni la ropa de tejido molecular se adapta así a los contornos) no hace sino empeorar el efecto. Las reacciones negativas no se han hecho esperar, y no solo entre mujeres.