Al pasear por museos de diferentes países la mayoría de los visitantes no se percatan de que detrás de muchos cuadros, tanto famosos como poco conocidos, se esconden otros cuadros. A menudo, ello se revela durante procesos de restauración, gracias a la ayuda de rayos X y de las cuidadosas investigaciones de los historiadores del arte.  

En algunos casos, los pintores fueron obligados a corregir detalles polémicos debido a escándalos. En otros, durante la creación del cuadro el pintor simplemente cambió de opinión. En algunos casos, al pasar por momentos difíciles, algunos autores pintaban sobre los cuadros que menos les gustaban o, simplemente, lo hacían sobre cuadros inacabados porque no tenían dinero para un nuevo lienzo.


En este retrato del jefe de Policía de Napoleón en Roma, obra del pintor neoclásico francés Jean-Auguste-Dominique Ingres, se puede percibir a simple vista el oscuro rostro de un niño en la tela de la cortina izquierda. Los historiadores del arte han notado algo casual acerca de la inclusión del busto de Minerva a la derecha, que parece una idea surgida en el último momento. Los historiadores suponen que la cara es la del hijo de Napoleón.


Cuando esta pintura holandesa del siglo XVII fue donada al Museo Fitzwilliam parecía ser una simple escena de playa. Sin embargo, a los expertos del museo les pareció extraño que un grupo nutrido de personas se hubiera congregado en la playa sin ninguna razón aparente. Al quitar parte de la capa inferior de la pintura, los expertos descubrieron una figura humana en el horizonte. Tras retirar más descubrieron que el hombre se encontraba encima de una ballena muerta que el mar había expulsado a la orilla.


Durante el 'período azul' de Pablo Picasso (1901-1904), el pintor contaba con pocos recursos para comprar materiales. A veces, para ahorrar dinero, usaba cartón en lugar de lienzos. Y a veces los reutilizaba. Uno de los ejemplos más conocidos es el cuadro 'El guitarrista viejo' que está pintado sobre otra figura.


Otro cuadro de Pablo Picasso, La Habitación Azul (1901), también fue pintado sobre otro cuadro. Los rayos X mostraron que detrás del cuatro se esconde un retrato de un hombre con barba y con la cabeza un poco inclinada. Es probable que este retrato también fuera víctima del espíritu ahorrador del pintor.


En la versión original del retrato de Madame X de John Singer Sargent, uno de las tirantes del vestido de Madame Pierre Gautreau que aparece en fue pintado cayendo del hombro de la mujer. El cuadro provocó tantas críticas negativa cuando fue presentado al público, que la familia de Gautreau pidió quitar el cuadro de la exposición y el pintor decidió corregir el cuadro poniendo el tirante al hombro.


Cuando restauraban este retrato de una joven asomándose a la ventana de un pintor anónimo, los expertos de la Galeria Nacional de Londres descubrieron otro retrato encima pintado con una técnica más sofisticada.




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