
A pesar de estar pensado especialmente para sordos, cualquier persona puede ir al local a disfrutar de una suculenta comida donde los camareros le atenderán encantados mediante el lenguaje de signos. La carta también está en dicho lenguaje y para pedir tu menú tendrás que servirse de unos iconos junto con unas sencillas instrucciones para que no tengas ninguna duda sobre qué plato vas a elegir.