
No se sabe en que momento este tipo bajito se metió dentro de la silla de bebes de un restaurante, supongo que seria la típica broma con sus amigos. El tema se empezó a complicar a la hora de salir de allí. Las risas de todos los clientes del restaurante y algún chiste sobre su estatura fueron colocando al chico en una situación bastante incomoda.