En general, se dedican a cautivar al público con una serie de trucos visuales y narrativos que históricamente han demostrado que funcionan a la perfección, y a entregar nada más y nada menos que lo que éste fue a buscar: adrenalina, explosiones, persecuciones a alta velocidad, disparos, héroes y villanos.
En este afán por ajustarse a los recursos más tradicionales, han creado y repetido numerosos clichés en el cine de acción, que aún hoy seguimos observando y que recopilamos a continuación:
En este afán por ajustarse a los recursos más tradicionales, han creado y repetido numerosos clichés en el cine de acción, que aún hoy seguimos observando y que recopilamos a continuación:
- Mala puntería. En la clásica escena en que el héroe se ve acorralado por un grupo de villanos que cargan con metralletas, rifles y pistolas, de todas maneras se las arregla, no sólo para escabullirse y salir ileso, sino también para dispararle a unos cuantos de ellos. Probablemente, los otros nunca practicaron demasiado su puntería, a pesar de dedicar su vida al crimen.
- Todo siempre explota. Casi todos los vehículos, edificios, paredes y objetos parecen haber sido construidos con dinamita como material principal. Basta un simple golpe o un pequeño roce para que todo vuele por los aires de manera estrepitosa. Convenientemente, siempre hay un producto explosivo o altamente inflamable cerca de cualquier tiroteo o persecución.
- ¿Qué explosión?. Y hablando de explosiones, otra situación que se da mucho es la del héroe saliendo del fuego o del lugar a punto de estallar caminando tranquilamente, de frente a la cámara. De repente, se produce la explosión detrás, pero nuestro héroe se mantiene imperturbable y no parece siquiera percibir la ola de expansión
- No estaba muerto. Si algo nos han enseñado las películas de acción es que nunca debemos dar por muerto al villano que acabamos de matar. De alguna manera, se las arreglará para mantenerse con vida, reaparecer cuando menos lo esperas (nunca esperas a alguien que crees muerto) y más enojado que nunca. En Zombieland, comedia de acción zombie que parodia varios elementos de este tipo de películas, una de las famosas “reglas para la supervivencia” es la llamada “doble tap”, que dice que tienes que asegurarte con un doble tiro (o dos golpes) que el otro está realmente muerto.
- Caída al vacío. Pocas cosas tan aterradoras como la inminente caída libre desde gran altura que llevará a un personaje a la muerte segura. Sin embargo, el héroe está siempre donde se lo necesita y surgirá raudamente para tomar al personaje en cuestión y evitar su caída segundos antes de que se produzca.
- Un poco de tranquilidad. En medio de toda la intensa acción, las extenuantes peleas, las espectaculares explosiones y los grandes efectos especiales, siempre habrá una escena que se aleje de todo eso y brinde un poco de tranquilidad y respiro, aunque estará también cargada de drama. En ella, generalmente, dos personajes hablan y permiten conocer más acerca de sus inquietudes o motivaciones.
- Misión personal. Muy frecuentemente, el héroe de acción la emprenderá contra el o los villanos, no simplemente por el hecho de que éstos se dediquen al crimen, sino porque ha afectado directamente a él o a su familia. Este recurso es llevado al extremo en Taken, que nos dio el ya clásico discurso del personaje de Liam Neeson al secuestrador: “No sé quién eres. No sé lo que quieres. Si estás buscando dinero por el rescate, puedo decirte que no tengo. Pero lo que sí tengo es un particular conjunto de habilidades. Habilidades que he aprendido a lo largo de una extensa carrera. Habilidades que me convierten en una pesadilla para tipos como tú. Si dejas ir a mi hija ahora, no te voy a perseguir, no te voy a buscar, pero si no lo haces, te voy a buscar, te voy a encontrar y te voy a asesinar”.
- Salvar al villano. El héroe de acción siempre debe demostrar estar moralmente muy por encima de los tipos malos, es por eso que, a pesar de que pasarán toda la película combatiéndolos a tiros o a golpes, si el villano corre el riesgo de morir de una manera horrible, el héroe lo rescatará.
- El enemigo extranjero. Tal vez para justificar lo abominable e incomprensible de su cruzada malvada, muchas veces el principal villano de la película de acción proviene de otro país, de otra cultura, y esto queda principalmente claro en su marcado acento extranjero.
- Las últimas palabras antes de matar. Es muy frecuente que antes de morir en las películas muchos personajes pronuncien sus últimas palabras, pero en las películas de acción esto se revierte, y el que pronuncia unas palabras cargadas de sarcasmo, ironía y triunfo es el héroe, para que antes de morir su enemigo pueda ver lo mucho que ha fracasado. El ejemplo más icónico es evidentemente el “Hasta la vista, Baby” de Terminator.