El encuentro tuvo lugar en el International Sports Stadium de Coffs Harbour (Australia), y formó parte de la clasificación de OFC para la Copa Mundial de Futbol de 2002.
Estos resultados provocaron un debate en cuanto al sistema de clasificación en Oceanía y la situación de las selecciones de Australia y Nueva Zelanda, con futbolistas profesionales y un nivel muy superior al de sus rivales, que terminó con el traslado de Australia a la Confederación Asiática de Fútbol.
Además de conseguir la mayor victoria en un partido internacional oficial, el delantero australiano Archie Thompson batió el récord de más goles anotados en un solo encuentro, al lograr 13 tantos, y dejó atrás el récord de 1908 conseguido por Sophus Nielsen, quien anotó 10 goles a la Selección de Francia en los Juegos Olímpicos de Londres.