El incidente ocurrió la semana pasada en el partido que Gremio perdió 2-0 contra Santos. En el minuto 88 del juego, el portero del conjunto paulista, Aranha, se enfrentó a un grupo de aficionados en las gradas del Arena do Gremio que emitían cánticos racistas.
"Me dijeron 'negro maloliente', 'vuelve a casa negro' y, después comenzaron a hacer ruidos de mono. Es difícil, nunca imaginé que pasaría por esto. Creo que es importante registrar lo que pasó aquí. También sé que no representan a la afición del Gremio", denunció Aranha.
El partido fue transmitido por televisión y las imágenes de los aficionados gritando "mono" repercutieron a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Ambos equipos debían disputar el partido de vuelta el miércoles en Santos, pero el encuentro fue pospuesto a la espera del fallo de la comisión disciplinaria del Tribunal Superior de Justicia Deportiva, que dictaminó de forma unánime la sanción más dura en la historia en el fútbol brasileño y latinoamericano.
Los cinco miembros de la comisión disciplinaria también impusieron una multa de US$22.300.
Pese a que está lejos de ser el primer caso de racismo en el fútbol brasileño, es la primera vez que tiene consecuencias más allá de la cancha.
"Es un fallo histórico", dijo el presidente de la comisión disciplinaria, Fabricio Dazzi.
"No creo que vuelvan a ocurrir abusos racistas como este en el futuro. Los aficionados se lo pensarán dos veces al saber que sus clubes pueden ser castigados por sus actos".
El árbitro del partido y sus asistentes también fueron castigados por el tribunal al no registrar el incidente en sus informes después del partido.
Además, los aficionados identificados no podrán regresar a los estadios en 720 días.
Gremio informó que va a apelar la sentencia al considerar que está siendo castigado muy duramente por los actos de un grupo minoritario, posición que no comparte Aranha.
"Me ha pasado centenas y miles de veces. Infelizmente eso en el fútbol es algo normal", reconoció el portero del Santos.
"Siempre que pasa algo así en el estadio, los cánticos racistas o el vandalismo, la gente, los clubes y todo el mundo se acostumbra a decir que no son los aficionados, que se trata de una minoría. ¿Pero la minoría manda? Si hay dos mil personas atrás de los cinco que estaban tomando esa actitud, porque no les dijeron nada para que cambiaran su comportamiento".
El presidente de Gremio, Fabio Koff, negó que su club, fundado por descendientes alemanes en el sur de Porto Alegre, sea institucionalmente racista y dio como ejemplo los nombres de Ronaldinho y Everaldo, dos jugadores negros que son idolatrados por los aficionados.
Además de los aficionados involucrados en el incidente con Aranha, una de las cuales incluso fue despedida de su trabajo, el consejo de administración del club también suspendió a los integrantes de la barra Geral do Gremio por expresar su apoyo a sus compañeros en un partido el fin de semana.
No fue la primera vez que el club es castigado por un caso racista este año tras la multa que recibió en abril por el abuso que sufrió el defensor Paulao, jugador del Internacional, su clásico rival de ciudad.
"No creo que vuelvan a ocurrir abusos racistas como este en el futuro. Los aficionados se lo pensarán dos veces al saber que sus clubes pueden ser castigados por sus actos".
El árbitro del partido y sus asistentes también fueron castigados por el tribunal al no registrar el incidente en sus informes después del partido.
Además, los aficionados identificados no podrán regresar a los estadios en 720 días.
Gremio informó que va a apelar la sentencia al considerar que está siendo castigado muy duramente por los actos de un grupo minoritario, posición que no comparte Aranha.
"Me ha pasado centenas y miles de veces. Infelizmente eso en el fútbol es algo normal", reconoció el portero del Santos.
"Siempre que pasa algo así en el estadio, los cánticos racistas o el vandalismo, la gente, los clubes y todo el mundo se acostumbra a decir que no son los aficionados, que se trata de una minoría. ¿Pero la minoría manda? Si hay dos mil personas atrás de los cinco que estaban tomando esa actitud, porque no les dijeron nada para que cambiaran su comportamiento".
El presidente de Gremio, Fabio Koff, negó que su club, fundado por descendientes alemanes en el sur de Porto Alegre, sea institucionalmente racista y dio como ejemplo los nombres de Ronaldinho y Everaldo, dos jugadores negros que son idolatrados por los aficionados.
Además de los aficionados involucrados en el incidente con Aranha, una de las cuales incluso fue despedida de su trabajo, el consejo de administración del club también suspendió a los integrantes de la barra Geral do Gremio por expresar su apoyo a sus compañeros en un partido el fin de semana.
No fue la primera vez que el club es castigado por un caso racista este año tras la multa que recibió en abril por el abuso que sufrió el defensor Paulao, jugador del Internacional, su clásico rival de ciudad.