Algunos hoteles tienen habitaciones, un restaurant, tal vez, un spa y hasta una piscina. Pero otros esconden secretos maravillosos detrás de la fachada: desde sillas en el techo, una sala de conciertos o una pista de bolos. Aquí te mostramos la lista de los hoteles con las sorpresas más increíbles...
No es raro ver canchas en algunos hoteles, pero ¿una pista de bolos? eso sí que es nuevo. El recién abierto Ham Yard ofrece ‘The Croc’, un espacio para eventos deportivos privados con una pista de bolos al estilo de los años 50, acompañado por un bar (con muchas luces de neón, claro). 
El sistema de devolución de pinos fue importado de Texas y tiene calentadores de mano y las líneas están hechas de madera de arce sólido. Además, puedes pedir cordones para las zapatillas y pinos fluorescentes para pasar un buen rato brillando en la oscuridad.

No, no es una ilusión, el Oddfellows Hotel en Chester tiene las mesas y sillas suspendidas del techo en la sala de té. ¿Por qué? En parte, como un homenaje a las antiguas mutuales Oddfellows Lodges (este edificio solía ser una), que se basan en grupos volutarios de ayuda mutua. Esta particular decoración también hace honor al escritor local Lewis Carroll, y una historia suya particularmente famosa, con un personaje bastante peculiar con un sombrero que adora tomar el té.

¿Eso que vemos es un burro en la terraza? Claro que sí. El hotel de cinco estrellas MarBella Corfu tiene todo lo que puedes esperar de un hotel de esta categoría: jardines cuidados, olivares, habitaciones elegantes, una hermosa vista al mar, spa, piscinas, acceso a la playa, varias opciones gastronómicas y una página web muy sofisticada. Pero también tiene un burro de cemento de tamaño real. Los huéspedes, tanto grandes como chicos, suelen subirse y admirar la vista.

El Washington Hotel en Akihabara, un suburbio de Tokio, conocido en la industria de la electrónica, parece un lugar poco llamativo y algo cuadrado. Pero adentro hay un cuarto temático por demás particular: una sala de tren con un modelo a escala de un ferrocarril con el que pueden jugar los huéspedes, que incluso pueden llevar sus propios trenes o alquilar el del hotel.

Debajo del hotel The Stafford, un bastión de cinco estrellas de todo lo que es puramente inglés en la zona de St. James, hay un sótano con una bodega del siglo XVII, con más de 20.000 botellas polvorientas de buen vino barato, cognac, oporto y whisky. Pero además del alcohol, hay un museo de guerra improvisado: el sótano supo ser un refugio antiaéreo durante la Segunda Guerra Mundial y ahora tiene máscaras de gas, pósters de propaganda política, bolsas de arena, cascos y titulares de periódicos de la década de 1940.

A veces necesitas un trago y lo necesitas rápido. En el hotel de diseño Barcelo Malaga del sur de España, un tobogán de acero permite que los sedientos huéspedes se deslicen desde el primer piso directo al B-Lounge, un bar de cocteles moderno de estilo minimalista. A diez minutos del centro de la ciudad, este hotel de cuatro estrellas está lleno de detalles vanguardistas, además de mucha vistosa tecnología.

La isla de Pemba es un destino popular para irse de luna de miel, lo que significa que es un lugar bastante reservado. Pero si lo que buscas es tener total privacidad, entonces deberías alquilar la Underwater Room en The Manta Resort. Esta habitación está sumergida parcialmente: en la superficie tiene una terraza y un porche, y la habitación está completamente sumergida. Tu único público serán los peces tropicales que podrás admirar desde tu cama.

No satisfecho con ser el hotel con el mejor diseño de la ciudad el hotel Berns en Estocolmo también tiene un renombrado restaurant de fusión y una hermosa sala de conciertos. Entre los últimos artistas que se presentaron aquí están: Haim, Angel Haze y Rihanna. Luego del recital, los huéspiedes pueden hacer uso de su pulsera de VIP para entrar directamente al Gallery 2.35:1, uno de los clubs que están de moda en Suecia y que, por cierto, está dentro del hotel.

Abierto recientemente en el moderno este de Ámsterdam, El Volkshotel es un lugar vanguardista, con creativos áreas de trabajo, un club en el séptimo piso, atractivas decoraciones postindustriales y un sauna en la terraza. Pero lo más extravagante son las nueves 'habitaciones especiales': habitaciones temáticas diseñadas por artistas con ideas poco convencionales. La Cinema Boudoir está muy bien, pero nuestra favorita es la Soixante-Neuf, con una cama suspendida y una seductora empotrada en el suelo.

Olvídate de cantar en la ducha: en este hotel mexicano, puedes cantar en la cena. El hotel boutique El Ganzo, en la zona tranquila de la península de Los Cabos, tiene un estudio de grabación subterráneo en el comedor y los huéspedes, entre los que suele haber muchas celebridades, pueden grabar pistas que luego sonarán en sus habitaciones. Este hotel es conocido por sus sublimes cocteles y por ser solo para adultos.




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