La semana pasada los famosos diarios ingleses Daily Mail y The Independent informaron que, de acuerdo con el profesor finlandés Kari Poikolainen, tomar una botella de vino no hace daño y que de hecho, no beber alcohol en absoluto es más nocivo que beber en moderación. Además, se señala que las reglas acerca del alcohol son muy estrictas en el Reino Unido y que sólo beber continuamente 13 unidades diarias de alcohol es perjudicial para la salud.


No obstante, la colaboradora de The Guardian, Suzi Gage, cuestiona lo informado por los otros periódicos.

Según el artículo, el profesor Poikolainen ha mirado "décadas de pruebas" para sacar estas conclusiones. Lamentablemente ninguna de estas pruebas se menciona en el artículo, y sus comentarios van en contra de la orientación actual de los gobiernos y de la gran mayoría de las instituciones de salud pública sobre las cuestiones relacionadas con el alcohol", escribió Gage.

Aunque la cantidad del consumo de cualquier producto ciertamente tiene una influencia directa en los efectos de este en el cuerpo, el Colegio Real de Médicos asegura que la frecuencia en el consumo de bebidas alcohólicas es una causa importante de en el riesgo de la enfermedad.

El consumo establecido en el Reino Unido es de máximo una copa grande de vino para las mujeres (2-3 unidades) y de 3 a 4 unidades para los hombres. Sin embargo, estos límites están basados en pruebas antiguas, por lo que se necesita una actualización de las mismas para que los consumidores tengan más información que los lleve a controlar su forma de beber.

La información, de por sí confusa como la presentada supuestamente por Poikoilainen, acerca de las cantidades seguras de alcohol para beber puede ser potencialmente peligrosa. No cabe duda de el alcohol es perjudicial y Gage sugiere que inclusive menos de 13 unidades por día pueden ser nocivas para la salud.

Poikolainen menciona que quienes beben una pequeña cantidad están en menor riesgo de desarrollar una enfermedad o de morir en comparación con aquellos que beben nada; pero el riesgo se eleva rápidamente en las personas que beben mucho. Sin embargo, Ben Goldacre considera que esta es una conclusión simplista, ya que la realidad es mucho más compleja.

Primero, en el Reino Unido es sumamente raro ser abstemio, por lo que las comparaciones entre consumidores y no consumidores son difíciles de hacer. Asimismo, es común que los no bebedores sean ex alcohólicos que están en recuperación o personas muy enfermas. Además de éstas, puede haber otras razones por las que quienes no beben están en mayor riesgo de muerte prematura en comparación con aquellos que beben poco.

Así pues, los estudios que están evaluando la relación entre el consumo de alcohol y los efectos que tiene en la salud deben tomar en cuenta todas las diferencias potenciales entre quienes toman y quienes no. Los individuos no pueden ser asignados al azar a beber o no, lo que sucedería en un diseño experimental comparativo para comprobar la eficacia de algún nuevo medicamento. Los hallazgos de Poikolainen podrían ser el resultado de estas diferencias que no han sido contabilizadas.

De igual forma, existe la creencia de que le vino tinto tiene un efecto protector contra el cáncer: Esto deberse a la extrapolación de estudios que han demostrado que una sustancia contenida en el vino tinto puede prevenir un tipo de daño en el ADN relacionado con el cáncer de mama en células cultivadas. Por su parte, el Centro de Investigación contra el Cáncer en el Reino Unido destaca que aunque los resultados señalan este hallazgo, el vino tinto no tiene un efecto protector contra el cáncer, afirma que el alcohol se causante de cáncer y beber menos disminuye los riesgos.

Dado lo común y dañino que es el consumo de alcohol, es de vital importancia presentar pruebas científicas sólidas que evidencien más claramente los perjuicios de la ingesta de alcohol para que los consumidores saquen sus propias conclusiones.




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