1. Baño. Ducharte antes de de acostarte prepara el cerebro para dormir porque la temperatura corporal se baja naturalmente. En Estados Unidos un estudio concluyó que esta rutian no solo hace con que la persona se duerma más rápido, sino que mejora la calidad de su sueño.
2. Tapones en los oídos. Los expertos aseguran que el dormitorio ideal para lograr un sueño reparador debe ser oscuro, silencioso y no muy caliente. Como no siempre es posible evitar ruidos molestos que llegan desde la calle (o de otras habitaciones de la casa), lo ideal es usar tapones en los oídos. Otra opción son los “ruidos blancos”, que tapa el barullo molesto. En el celular hay aplicaciones que pueden producirlos.
3. Buena almohada. Muchas personas atienden la calidad de su colchón, pero no se preocupan por su almohada. La calidad del sueño puede variar según el confort que proporcione el “apoya cabeza”. Con diferentes formas y tamaños, lo ideal es encontrar el que se adapte mejor a vos.
4. Combinación entre sábanas y frazadas. La hora del sueño también es un equilibrio entre las sábanas y las frazadas. La temperatura no debe ser muy alta, así que no hay que exagerar en la cantidad de mantas y además hay que vigilar que no pesen.