Fue a fines de los 50 que empezó a darse a conocer con su serie Infinity Net (Red Infinita), obras que "se caracterizan por la repetición obsesiva de pequeños aros de pintura que se acumulan en grandes superficies siguiendo patrones rítmicos", indican los curadores.
Kusama nació en 1929 en la ciudad de Matsumoto. Empezó a crear muy joven, en la década de los 40. "El estado catastrófico de Japón después de la guerra es evidente en las imágenes apocalípticas de las primeras pinturas de Kusama, pero también en su uso improvisado de los materiales. Como no podía conseguir pinturas al óleo, experimentó con pinturas comunes de uso doméstico mezcladas con arena y utilizó costales de semillas del negocio de sus padres como lienzos".
En 1957 Kusama se trasladó a vivir a Nueva York -que vivía la efervescencia del expresionismo abstracto- lo que significó un hito en su carrera. Allí conoció a Donald Judd, Andy Warhol y Joseph Cornell. Empezó entonces a hacer "esculturas blandas", conocidas como Accumulations (Acumulaciones): "Objetos cotidianos como bolsos, sillas, escaleras de mano y zapatos, cubiertos con elementos rellenos de tela que se asemejan a falos".
En 1973 regresa a Japón y en 1977 se presenta otro hito que, para bien o para mal, marcó en adelante su vida artística y la interpretación de su obra: ingresó de manera voluntaria a una clínica psiquiátrica, en la que reside desde entonces.
Según el Museo Tamayo "a la marcada peculiaridad psicológica de su obra, se suma un amplio espectro de innovaciones formales y reinvenciones que le permiten a la artista compartir con un público amplio su singular visión, a través de los infinitos espacios espejados y las superficies obsesivamente cubiertas de puntos que le han dado fama internacional".
La exhibición Obsesión Infinita presenta un amplio recorrido por su trabajo. Son un un centenar de piezas que van de 1950 a 2014. Se incluyen pinturas, obras en papel, esculturas, videos, presentaciones con diapositivas e instalaciones.
Obsesión Infinita es la primera retrospectiva de la obra de Fukusama que se realiza en América Latina. Ya ha pasado por Argentina y Brasil, donde recibió casi dos millones de visitantes.
La exhibición fue curada por Frances Morris y Philip Larratt-Smith, y cuenta con obras tan representativas como lo son sus Infinity Nets, así como la película Kusama’s Self-Obliteration, registros de sus happenings Love-in Festival y Flower Orgy, las instalaciones Phalli’s Field, I’m here but Nothing, Obliteration Room y el Infinity Mirror Room, culminando con obras inéditas producidas en 2013.
Según el Museo Tamayo, en los últimos años Kusama ha vuelto a dibujar y a pintar; hoy trabaja en un estudio que se encuentra cerca de la institución psiquiátrica donde vive. "Estas obras contienen un lenguaje visual que evoca los elementos de sus primeras pinturas y trabajos en papel: motivos repetitivos, como flores, ojos, el autorretrato de perfil de la artista en formas jeroglíficas y, como siempre, puntos y redes".
La exhibición estará expuesta hasta enero de 2015. Retrato de Yayoi Kusama de 2011.