
Mientras los extremistas recibían una acogida fría en los últimos años, esta vez durante su última marcha el 15 de noviembre, fueron recibidos con banderas de colores, gente animándolos y una mesa de banano gratis. Las nuevas festividades se hicieron en honor a la participación involuntaria de los neo-nazis en una “caminata involuntaria”, explica el periódico británico The Independent, en la cual estaban donando dinero a una organización benéfica antinazi por cada metro que caminaran.