
Como decía su creador Nicolay Lamm, el objetivo de la muñeca es que los niños no perciban desde la infancia estos mensajes que conforman los esterotipos en la edad adulta y que condicionan su vida fundamentando sus complejos y provocando trastornos de todo tipo, como los alimenticios. Pero aun nos faltaba conocer cómo reaccionaban los más pequeños cuando les regalaban una muñeca de estas características, y el resultano no podía ser más esperanzador.