La exposición crónica a sustancias tóxicas de humo derivado es la causa principal de las disfunciones pulmonares y inmunológicos progresivos, así también el fumar está conectado con la disfunción cardiovascular, la disfunción del sistema inmunológico y el cáncer, e igualmente reduce los niveles de ácidos grasos esenciales en el cerebro, en especial la de Omega -3.

Una deficiencia de ácidos grasos omega-3 produce un daño en la estructura celular de las células nerviosas e interrumpe la neurotransmisión en áreas del cerebro involucradas con la sensación de placer y satisfacción. Estas áreas son esenciales en el proceso de recompensa y la toma de decisiones, y en consecuencia, son muy importantes en el proceso del desarrollo, mantenimiento y la recaída de la adicción y de la incapacidad para dejar de fumar.

Entonces, las ansias que experimentan las personas que quieren dejar de fumar puede verse reducida gracias al consumo de suplementos de Omega-3, según un nuevo estudio de la Universidad de Haifa.

Las sustancias y medicamentos utilizados actualmente con el objetivo de ayudar a las personas a reducir y dejar de fumar no son muy eficaces y causan efectos adversos que no son fáciles de manejar. Los resultados de este estudio indican que los suplementos dietéticos de omega-3, son de bajo costo y están disponibles fácilmente sin casi ningún efecto secundario, reduciendo así significativamente el tabaquismo", dijo la autora del estudio, la dra. Sharon Rabinovitz Shenkar, jefa del programa de adicciones de la escuela del departamento de criminología de la Universidad de Haifa y del laboratorio de la psicofarmacología en el Bar-Ilan.

Es decir que la deficiencia de ácidos grasos omega-3 hace que sea más difícil para el cuerpo del fumador enfrentarse contra el deseo de fumar otro cigarro.

Estudios anteriores han demostrado que un desequilibrio en ácidos grasos omega-3 también se relaciona con la salud mental, la depresión y la capacidad de hacer frente a la presión y el estrés, que a su vez, se asocian con la necesidad de fumar. También se sabe que los niveles de estrés y la tensión aumentan entre las personas que dejan de fumar. A pesar de todo esto, la conexión entre todos estos factores no se había estudiado hasta ahora", señaló la Dra. Rabinovitz Shenkar.

El estudio incluyó 48 fumadores de entre 18 y 45 años quienes al menos habían estado fumando diez cigarrillos diarios durante un año, con un promedio de 14 cigarros al día, mientras que la edad promedio fue de 29 años.

La mayoría de los participantes habían estado fumando durante un promedio de once años, es decir, desde los 18 años. Estas personas fueron diagnosticadas de una dependencia moderada a la nicotina.

Los voluntarios fueron puestos en dos grupos. El primero, recibió ácidos grasos omega-3 -"Omega-3 950", cápsulas donadas por la empresa Solgar; el segundo, recibió un placebo. Se les indicó a los participantes que debían tomar cinco cápsulas al día durante treinta días; en total informaron haber tomado más del 94% de las cápsulas. En ningún momento, se les pidió a los individuos dejar de fumar.

Los niveles de deseo y consumo de nicotina se midieron mediante una serie de escalas relacionadas con diversos aspectos del tabaquismo, como la falta de control sobre el consumo de tabaco, la anticipación del alivio y la satisfacción de fumar, así como con el número de cigarrillos fumados diariamente.

Las mediciones fueron tomadas al inicio del estudio, después de 30 días de tratamiento y posteriormente, después de sesenta días (treinta días después de dejar de tomar las cápsulas).

Al inicio del estudio no se encontró ninguna diferencia entre ambos grupos, pero después de treinta días, los fumadores que habían tomado omega-3 redujeron su consumo de cigarros en promedio a dos por día (una disminución de 11%) sin que se les dieran indicaciones sobre el dejar de fumar. Asimismo, los resultados, mostraron una disminución significativa en el deseo de nicotina.

Después de 30 días de dejar de tomar el suplemento, las ansias de fumar aumentaron ligeramente, no obstante, el deseo fue significativamente inferior a su nivel inicial. Mientras tanto, el grupo que recibió el placebo no mostró cambios significativos en sus niveles de ansiedad o en el número de cigarrillos que fumaban al día durante los sesenta días.

De acuerdo con Rabinovitz Shenkar, el descubrimiento de que las personas que no estaban interesadas en dejar de fumar tuvieran un cambio tan significativo refuerza la hipótesis de que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a que los fumadores regulen su adicción y reduzcan su consumo de tabaco.



ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.