Si bien dicen que la sonrisa es una carta de presentación que abre muchas puertas, también es cierto que cuando nos vemos al espejo no tenemos unos dientes tan blancos y relucientes como acostumbramos a ver en las revistas o en la televisión. Para tener unos dientes blancos como perlas te damos varios tips para que puedas reír con gusto.
Tener unos dientes blancos es algo más sencillo de lo que imaginas, todo va de la mano de un buen cepillado. Desde pequeños nos enseñan la importancia de una buena salud dental, pero cosas tan simples como cepillar nuestros dientes después de cada comida se nos olvida, también el uso del hilo dental y los enjuagues bucales.
Hay métodos de blanqueamiento rápido, seguros y personalizados para cada paciente. Los blanqueamientos dentales varían dependiendo de la tonalidad del color de los dientes, color de piel y la genética.
Hay ciertos factores que con el tiempo causan que los dientes se pongan amarillos y con manchas, algunas sustancias que perjudican son el café y té en exceso, vinos tintos y refrescos. Los alimentos también contribuyen, pero el tabaco es uno de los elementos que más daño le hacen al esmalte de los dientes.
Antes de realizar un blanqueamiento dental:
- No debes tener caries.
- Tener encías sanas.
- La sensibilidad en los dientes no debe ser excesiva.
- Hacer una previa limpieza bucal.
La calidad del blanqueamiento dental va a depender mucho de las causas originales de oscurecimiento, si el paciente tiene coronas estas no cambian con el tratamiento y lo más recomendable es cambiarlas después de finalizar el proceso. Se debe realizar este procedimiento de “recordatorio” una vez cada año.
