El camino entre La Paz y la región de Los Yungas, en Bolivia, es conocido como "el camino de la muerte", debido al número alto de accidentes fatales ocurridos allí. Ahora, esta carretera se ha convertido en una popular ruta para ciclistas de montaña que no sufren de vértigo. El fotógrafo Felipe Abreu y el reportero Luiz Felipe Silva anduvieron en bicicleta por este empinado camino y fotografiaron los escarpados descensos y los paisajes espectaculares.
Desde aquí, se pueden ver los picos de Huayaina Potosí, en la cordillera central de Bolivia. La ruta en los Andes cerca de La Paz es un destino frecuentado por ciclistas de montaña. En un trecho de 66 kilómetros, casi todo cuesta abajo, se descenden 3.500 metros.
En algunas partes, la ruta está tan inclinada que los ciclistas pueden llegar a una velocidad de más de 50 kilómetros por hora. En los primeros 31 kilómetros, el Camino a los Yungas está pavimentado. Los principales peligros son los camiones que, a pesar de las curvas cerradas, viajan a alta velocidad. Más adelante, el camino se convierte en una pista de tierra.
Este trecho sin pavimento es el que le dio al camino la fama de ser uno de los más peligrosos del mundo. Durante los años 90, un promedio de 300 personas al año murieron allí.
El peor accidente ocurrió durante los años 80 cuando un autobus cayó unos 300 metros. Murieron más de 100 personas. Si un vehículo sale de la carretera en esta parte, las caídas son casi verticales. Para los pasajeros, la posibilidad de salvarse es mínima.
Sencillas cruces marcan el lugar donde ha muerto gente.
Los camiones pesados no dejan mucho espacio a los otros usuarios del camino. Pero la fama de peligroso del camino es anterior a los accidentes de las últimas décadas. En el siglo XIX, cuando se transportaban bienes desde La Paz hasta la ciudad de Coroico, los mercaderes ya temían este trecho del camino.
En esa época, bandoleros hacían uso del sendero angosto para emboscar a los comerciantes y robarles sus bienes. A menudo, esos altercados acababan con víctimas mortales. El bandolero más famoso fue Salvador Sea, quien fue capturado y condenado a muerte por fusilamiento en 1870. En 2007 se inauguró un nuevo camino que une La Paz con Coroico. El nuevo trecho se usa para los vehículos que suben, mientras que el viejo "camino de la muerte" es transitado por los que bajan.