La tapita del yogur es una tentación. Muchas de nosotras, apenas abrimos el potecito en cuestión, pasamos la lengua dejando cero rastro del producto. Bueno, ese placer puede tener los días contados.

Los responsables serÔn los japoneses, que tecnología mediante, crearon un lacre que no permite que el producto se adhiera a la tapita. El material de aluminio no adherente tomó como inspiración a las horas de lotus, planta acuÔtica que apenas retiene algunas gotas en su superficie. Estas hojas también fueron analizadas para estudiar materiales anti adherentes usados en las pantallas de los smartphones, por ejemplo.

La empresa Toyo Aluminium estudió la estructura de la planta y descubrió que era necesario aumentar el Ôngulo de superficie de contacto entre el yogur y la tapa para que el líquido se deslizara y no quedara atrapado, tal como sucede con el agua sobre las hojas de lotus.

En Japón, algunos fabricantes de yogur ya adoptaron el diseƱo de la tapita “estropea placeres”, argumentando que la cantidad de yogur que queda pegado en las tapas es el equivalente a la cantidad consumida anualmente en Ɓfrica, tal como publicó Nikkei Asian Review.





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