Las películas de Navidad forman parte de las singularidades que aterrizan entre nosotros cuando llega diciembre. Los canales de televisión se inundan de papás noeles, villancicos y felicidad gracias a nevados y empalagosos largometrajes que sirven, además de para echarnos alguna que otra siesta, para entretener a los niños.

Filmar una película de Navidad no es fácil. Los guionistas y el director tienen que poner en marcha todo su ingenio para dar con un filme original y conmovedor. Pero, sobre todo, para que no corra con la misma suerte que la cinta del actor estadounidense Kirk Cameron, ‘Salvando la Navidad’, declarada por IMDB la peor película de la historia.

Y no es porque a la gente no le suelan gustar los largometrajes navideños: la razón principal de que la base de datos del séptimo arte más conocida de internet la haya calificado como la peor de la historia es la oleada de votos negativos que los usuarios dejaron en la página Rotten Tomatoes.

A través de su cuenta en Facebook, Cameron suplicó a los usuarios que votaran de forma positiva la cinta. “Para todos aquellos que os encante ‘Salvando la Navidad’, acudid a Rotten Tomatoes ahora mismo y enviad a todos los críticos el mensaje de que somos nosotros los que decidimos qué películas queremos que vean nuestras familias”.

Lo que para el actor parecía un favor de lo más inocente, para los internautas no lo fue tanto. Con 175 comentarios negativos y un tomatermómetro situado en el cero por ciento, el filme del actor estadounidense le ha arrebatado el título a ‘The Room’, hasta hoy considerada por los críticos la peor película de la historia.

Que ‘Salvando la Navidad’ se haya convertido en la peor película de la historia no se debe únicamente a una banda de ‘trols’. Cameron niega que estas fiestas tengan un origen pagano, y se sirve de la cinta para convencer a los espectadores de que la Navidad es patrimonio exclusivo de los creyentes.

Así lo confirman las críticas. “¿Cómo demuestras que un caballo es un animal? Porque me gusta Suecia. Ese es el estilo de lógica absurda que prima en la película de Cameron”, escribe Penny Walker en Arizona Republic. O las palabras de Alonso Duralde en The Wrap: “Si Salvando la Navidad hubiera durado más, Cameron habría descubierto la divinidad en Frosty, Rudolph o el Grinch”.

La petición de Cameron en Facebook para que los usuarios votaran el largometraje navideño no ha sido el único mensaje suyo que ha sentado mal a alguien. El actor, más conocido de adolescente por su papel en la serie ‘Los problemas crecen’, siempre acaba soltando alguna que otra perla. En 2012, en una entrevista a la CNN, afirmó que la homosexualidad era “antinatural, perjudicial y que destruye los principios de la civilización”.
Kirk Cameron
Y el año pasado consideró que las palabras de Stephen Hawking – en las que el físico señalaba la imposibilidad de que exista vida después de la muerte – eran tenidas en cuenta por su discapacidad. “Tiene una minusvalía que le autoriza a hacer públicas sus absurdas ideas”, escribió en Facebook.

Cabecilla de una secta ultrarreligiosa conocida como ‘The Way of the Master’ (‘El camino del Señor’, en español), su película navideña forma parte de una filmografía llena de títulos también de lo más especiales. En 2012, Cameron estrenó ‘Monumental’, un documental en el que intenta buscar las causas – o “tesoros”, en palabras del actor -, de por qué América se ha convertido en la nación más próspera “que jamás ha conocido el mundo”. O ‘Unstoppable’ (imparable, en español), en la que invita al espectador a que observe cómo Cameron refuerza su fe en Dios. 

Qué pena que su última película sea de Navidad…








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