
Ricky Jackson fue acusado de asesinato y condenado a cadena perpetua en 1975 por un crimen que nunca cometio. Su condena fue consecuencia del testimonio de un niño de 12 años. Despues de 39 años en prision y apelar en repetidas ocasiones fue puesto en libertad en base a la declaracion del mismo testigo. De esta forma reacciona Ricky Jackson al escuchar el veredicto. Situaciones como esta se han dado con demasiada frecuencia en Estados Unidos, siempre relacionadas con la raza y el color de la piel.