
Este husky y sus amigos se van de vacaciones, pero hay un problema: no le gusta nada meterse en el transportín, y se resiste a ello. Lo más gracioso son los momentos en los que su humano le dice que tiene que meterse en él, porque es hora de irse, y el perro responde, en todas las ocasiones, con un sonido con el que parece decir “No” de manera muy nítida y clara.