Un robot que lee el pensamiento de los humanos sin necesidad de ningĂșn implante cerebral. Como muchas otras veces, la ciencia aspira superar a la ficciĂłn. AsĂ lo demuestra el Ășltimo avance tecnolĂłgico presentado por las empresas japonesas Honda y Shimadzu: el Interfaz Cerebro-MĂĄquina (Brain-Machine Interface o BMI), con la que por primera vez el usuario puede dar Ăłrdenes a un robot sĂłlo con el pensamiento⊠y un casco.
De momento, el robot sĂłlo es capaz de leer cuatro Ăłrdenes emitidas por la mente humana, relativas a cuatro movimientos diferentes: mover la mano izquierda, la derecha, los dos pies o la boca. Pero los promotores esperan que en el futuro puedan ampliarse las aplicaciones.
En una rueda de prensa en Tokio, los ingenieros responsables de esta revolucionaria tecnologĂa que las Ăłrdenes cerebrales eran interpretadas en el 90,6% de los aseguraron casos con precisiĂłn por Asimo, el robot humanoide mĂĄs avanzado del mundo.

Pero a diferencia de otras tecnologĂas de uso mĂ©dico, con ese dispositivo no es necesario implantar ningĂșn tipo de sensor en la cabeza del sujeto que da las Ăłrdenes, dijeron.
Aplicaciones neurocientĂficas
Esto puede revolucionar el mundo de la neurocienciaâ, dijo Yasuhisa Arai, director de InvestigaciĂłn y Desarrollo (I+D) de Honda y responsable del desarrollo del BMI junto al fabricante de tecnologĂa Shimadzu.
La tecnologĂa tiene dos puntos clave: un dispositivo de extracciĂłn de la informaciĂłn del cerebro y, lo que segĂșn los ingenieros es la parte mĂĄs complicada, la identificaciĂłn de las diferentes Ăłrdenes cerebrales.
Para este segundo paso, Honda ha utilizado por primera vez una combinaciĂłn de la tecnologĂa del EEG (Electroencefalograma), que mide las variaciones de los impulsos elĂ©ctricos del cerebro, y la NIRS (Espectroscopia Cercana de Infrarrojo), con la que calibra los cambios en el flujo sanguĂneo.
La tecnologĂa presentada hoy supera en avances a la desarrollada por Honda en mayo de 2006, cuando el fabricante alcanzĂł su primer hito con el BMI.

El fabricante japonĂ©s no desvelĂł cuĂĄnto dinero le ha costado el desarrollo de esta tecnologĂa, con la que se espera que en el futuro se pueda encender el aire acondicionado o abrir la puerta del maletero cuando una persona se acerque a su coche con la compra.
âEstamos en un nivel muy bĂĄsico. Me temo que aĂșn tendremos que esperar mucho tiempo para que un robot limpie la casa con tan sĂłlo pensarloâ, concluyĂł Tatsuya Okabe, ingeniero del HRI.