
La competencia, dentro de la especialidad de High Diving se realizó por primera vez en Sudamérica y se denominó ‘Un Salto al Fin del Mundo’. Fue desde un puente sobre el Río Negro. Terminó con un salto exhibición del checo Michael Navratil al estilo Superman, como lo había hecho en los últimos Mundiales de Natación de Barcelona en 2013.