El nuevo dispositivo combina un panel solar de silicio flexible, un altavoz piezoeléctrico, un sensor de temperatura y un circuito de suministro de energía creada con componentes orgánicos en un único paquete portátil. Mide 30 cm de largo por 18 cm de ancho y se puede usar directamente sobre la piel o en la parte superior de la ropa. Se trata del primer dispositivo orgánico de este tipo y que además incorpora un circuito de alimentación orgánico.
El brazalete alerta cuando la temperatura asciende a partir de 36,5 º Centígrados a 38,5 º Centígrados mediante una señal audible. Este wearable que funciona para medir la fiebre, “podría ser adaptado para avisar en caso de sudores o presión arterial alta” tal y como afirma Takao Someya, líder de la investigación.
“Nuestro brazalete-alarma de fiebre demuestra que es posible producir dispositivos flexibles, desechables que pueden mejorar en gran medida la cantidad de información disponible para los cuidadores en los centros asistenciales. Hemos demostrado esta tecnología con una alarma de sensor de temperatura y fiebre, pero el sistema también podría ser adaptado para proporcionar retroalimentación audible en la temperatura del cuerpo, o en combinación con otros sensores para registrar la humedad, la presión o la frecuencia cardíaca”, aclara Someya.
El brazalete alerta cuando la temperatura asciende a partir de 36,5 º Centígrados a 38,5 º Centígrados mediante una señal audible. Este wearable que funciona para medir la fiebre, “podría ser adaptado para avisar en caso de sudores o presión arterial alta” tal y como afirma Takao Someya, líder de la investigación.
“Nuestro brazalete-alarma de fiebre demuestra que es posible producir dispositivos flexibles, desechables que pueden mejorar en gran medida la cantidad de información disponible para los cuidadores en los centros asistenciales. Hemos demostrado esta tecnología con una alarma de sensor de temperatura y fiebre, pero el sistema también podría ser adaptado para proporcionar retroalimentación audible en la temperatura del cuerpo, o en combinación con otros sensores para registrar la humedad, la presión o la frecuencia cardíaca”, aclara Someya.