Pero también hay algunos que demostrarían que no existe tal síndrome. Un análisis realizado en refugios de Nueva York no encuentra ninguna diferencia en la cantidad de adopciones por color de piel, mientras que otro, que cubrió a 16.800 perros de distintos refugios, sorprende con una respuesta completamente opuesta: los perros de color negro se adoptan antes.
Dada la dificultad para confirmar el mito o diferenciarlo de la realidad, la fotógrafa estadounidense Guinnevere Shuster, voluntaria en un refugio de perros en el que observó que este síndrome sí se cumplía, decidió “vestir” a perros negros para intentar revertir la tendencia. Y lo consiguió.
Sasha, cuatro años. Adoptada
Thomas, 3 años
Barkley, 2 años
Homie, 1 año, adopatada