En 1942, MacDonald Critchley fue el primero en escribir sobre esta extraña patología que, en honor a los médicos que en la década de 1910 habían estudiado los primeros casos afectados, dio en llamar Kleine-Levin. El síndrome de Kleine-Levin es uno de los trastornos de sueño más raros y difíciles de diagnosticar. 

¿Qué es el síndrome de Kleine Levin?
Es una extraña condición neurológica que afecta los ciclos de sueño del paciente. Se caracteriza por intensos y largos períodos de sueño de hasta 20 horas, seguidos por períodos de lucidez de pocas horas en las que la persona solamente es capaz de comer algo e ir al baño, y nuevamente un largo período de sueño.

El síndrome, conocido como KLS por sus siglas en inglés, aparece en episodios de varios días, y entre dos y doce veces al año. Entre medio de cada episodio el paciente puede vivir una vida completamente normal y no aparentar sufrir ningún trastorno de sueño ni ningún otro trastorno físico o de personalidad. Este es uno de los motivos por el cual el KLS es tan difícil de diagnosticar.

En las horas de lucidez durante un episodio de KLS el paciente se siente desorientado, irritado y confundido. Durante estas horas el paciente está incapacitado para realizar las actividades de su vida cotidiana como ir a estudiar o al trabajo. Además, lo más habitual es que el paciente no sea capaz de hacer prácticamente nada por sus propios medios.

Es una de las enfermedades neurológicas más raras y afecta a una persona en un millón. El 70% de las personas que padecen esta enfermedad son hombres. A pesar de ser un síndrome que se puede presentar a cualquier edad, sus efectos son devastadores fundamentalmente en adolescentes y adultos jóvenes. Cuando se presenta en personas mayores suele estar asociada a anomalías o enfermedades psiquiátricas preexistentes.

Síntomas y diagnóstico del KLS
El diagnóstico de Klein Levine es muy complejo debido a las propias características de la enfermedad. Un paciente puede experimentar un episodio durante varios días o semanas y luego no experimentar ninguno en años. La causa de esta enfermedad es aún desconcida, pero los investigadores encontraron algunos indicios de que se podría tratar de una enfermedad hereditaria.

Durante las horas de lucidez la persona suele estar desorientada, confusa, irritable y extremadamente sensible a la luz y los sonidos muy fuertes o agudos. Otros síntomas observados en pacientes con KLS son episodios de hiperfagia compulsiva (intensos atracones de comida) y también hipersexualidad desinhibida (necesidad compulsiva de mantener relaciones sexuales).

Debido a la complejidad del diagnóstico clínico de esta enfermedad, no es posible asegurar que dichos síntomas se presenten en todas los casos. Por el contrario, cada paciente puede mostrar diferentes síntomas de la enfermedad.

Desde la KLS Foundation advierten que un correcto diagnóstico de este síndrome debe tomar al menos cuatro años de observación y análisis de la salud del paciente. Esto es así debido a que los episodios y los síntomas son tan irregulares que pueden ser confundidos con trastornos de sueño comunes como la narcolepsia, que hace que el paciente se sienta somnoliento durante todo el día y pueda quedarse dormido en cualquier situación y lugar.

No existe un tratamiento definitivo para el síndrome de Klein Levin. Los psiquiatras indican psicofármacos estimulantes como anfetaminas, metilfenidato y modafinilo, que ayudan a controlar la duración e intensidad de los episodios, pero éstos son prácticamente impredecibles por lo cual no se pueden evitar. Aún se conoce poco sobre esta enfermedad, pero los especialistas sugieren que con el paso del tiempo los pacientes experimentan cada vez menos estos episodios y eventualmente dejan de suceder.





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