Las advertencias están por todas partes. Y es que cada 6,5 segundos, alguien en el mundo muere a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco. Para Terrie, todo partió con una llaga en la boca y un diagnóstico de cáncer oral. Se sometió a radiación. No dejó de fumar. Luego se le diagnosticó un cáncer de garganta: los médicos le extirparon la laringe y ya no podía hablar.
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