En semanas, y pese a las dudas que en su momento el tema generó en la oposición, el gobierno fortalecerá sensiblemente su capacidad de espionaje con la puesta en marcha de El Guardián, un moderno programa de interceptación de llamadas, correos electrónicos y redes sociales que funcionará en la órbita del Ministerio del Interior y la Justicia.
La herramienta permitirá espiar y monitorear la comunicación privada de cualquier persona, con previa autorización judicial.
"Se pondría en operación en abril o mayo, explicó el presidente de la Suprema Corte, Jorge Chediak quien dijo que jueces y fiscales se deberán someter a una capacitación de unos pocos días. "Y entregaremos los documentos de las firmas electrónicas para que esto funcione en línea", agregó. Jueces y fiscales autorizarán las escuchas vía web.
"Se realizó una simulación que salió bien. Se mostraron todas las bondades del sistema, cuáles son las seguridades y se resolvió seguir trabajando", agregó el ministro de la Corte Ricardo Pérez Manrique.
Todo lo escucha.
El Guardián es considerado una especie de "Gran Hermano", que tiene la capacidad de escuchar y leer todas las interacciones telefónicas, vía mail y redes sociales y busca disminuir la brecha tecnológica con la delincuencia. Es tal su poder que su adquisición se manejó como un secreto de Estado, hasta que fue revelada por el diario El País en julio de 2013. El Ministerio del Interior compró ese año la herramienta en una operación confidencial a un costo de US$ 2 millones y más US$ 200.000 por el mantenimiento anual.
La plataforma tiene la capacidad de sistematizar, cruzar y analizar toda la información recopilada, además de contar con otras avanzadas herramientas informáticas.
El Guardián permite que al mismo tiempo 30 personas accedan a la vigilancia en tiempo real del tráfico que generan hasta 800 celulares y 200 teléfonos fijos. También habilita a crear cuentas espejo de hasta 100 suscripciones de e-mails y el monitoreo de hasta tres redes sociales.
Según explicó el juez Julio Olivera Negrín, la idea es que la herramienta suplante a los 21 organismos "caseros" de escucha que existen hoy en Uruguay (19 Jefaturas, Dirección de Inteligencia y Crimen Organizado).
"Es un equipo puesto a disposición de la Justicia", explicó en su momento el ministro del Interior. La idea es que un solo software sustituya a los sistemas informales que hoy utiliza el Ministerio del Interior para esta tarea.
La plataforma, que también utiliza la Policía Federal de Brasil y ha generado polémica en ese país por su uso discrecional y capacidades, será proporcionada por Digitro Tecnología Ltda., experta en inteligencia y telecomunicaciones.
"Brinda muchísimas más garantías, es un proceso más transparente que requiere firma electrónica de todos quienes participan: del policía que lo solicita, el fiscal que da una vista favorable y del juez que autoriza. Luego de que el magistrado da el visto bueno, se comunica a las operadoras de servicios telefónicos para que se realice la interceptación y estas, a su vez, informen a la Policía. La Policía no realiza la operación, sino los operadores telefónicos y de internet.
Según el Ministerio, El Guardián recolecta esta información, la ordena y la procesa. De esta manera, la información será centralizada y se descentraliza la escucha. Pero sin la autorización judicial, la escucha pierde la calidad de prueba.
Las garantías, fueron, justamente las que hicieron cuestionar a la oposición este sistema. Legisladores opositores fustigaron la adquisición. Advirtieron que atenta contra el derecho a la intimidad y dicen que no da garantías. El ministro Bonomi fue convocado un mes después de conocida la adquisición al Parlamento para dar cuenta de sus características. En la comisión de Constitución y Códigos de Diputados, Bonomi dijo que el sistema solo es utilizado con la debida autorización de la Justicia, aunque no entró en detalles técnicos.