
Una ardilla se enfrentó a una lucha muy similar a cualquiera que haya tomado unos tragos de más y tuvo dificultades para volver a su casa. Y es que, después de comer muchas manzanas fermentadas, el roedor se emborrachó hasta tal punto de no poder coordinar correctamente en la nieve, dando saltos de un lado a otro sin poder avanzar. ¿Te ha gustado este video? Entonces No te olvides de compartir y darle Me gusta. Gracias!