
Sin conocer mucho sobre el programa, esta mujer se inscribió en “The Biggest Loser”, porque quería bajar de peso y mejorar su salud. Para ella fue una experiencia denigrante, ya que los instructores y productores la trataban, en sus palabras, como “ganado”. Tuvo complicaciones médicas que fueron ignoradas, con tal de mantenerla arriba de la trotadora. Eran capaces de decirle cualquier cosa por hacer que siguiera haciendo ejercicio, ignorando calambres y moretones…