Para celebrar su llegada al mundo, esta cabrita pigmea de apenas tres días de edad, que difícilmente podía mantenerse en pié hasta ese momento, sorprendió a sus dueños marcándose una especie de “baile de la felicidad”, suponemos que embriagada por la emoción y alegría, al sentirse tan querida y arropada por su familia. ¿Te ha gustado este video? Entonces No te olvides de compartir y darle Me gusta. Gracias!
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