El abuso del alcohol puede darle a uno la impresión de que es el alma de la fiesta, aunque en realidad se haya convertido en el aguafiestas oficial, como en este caso. Un hombre que parece llevar unas cuantas copas de mÔs arruinó un festival de la localidad de Raalte, en los Países Bajos, cuando acabó destrozando por completo el equipo de sonido. Y si no lo cree, vea el vídeo hasta el final.
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