El acontecimiento describe a Moisés y a los israelíes huyendo del ejército egipcio y su épico cruce por el mar rojo durante su viaje hacia la tierra de Canaan, prometida a Abraham por Dios.
Los narradores cuentan cómo los israelíes se salvaron del ejército del Faraón tras la división del mar rojo por parte de Moisés, que con la ayuda de Dios, logró que escaparan.
Cuando los soldados egipcios perseguían a los israelíes entre las aguas abiertas del mar, Dios advierte a Moisés que vuelva a estirar sus manos así los egipcios perecen en las aguas. Este hecho se convirtió en uno de los episodios más dramáticos del antiguo testamento.
En cuanto a evidencia material extra-bíblica acerca de Moisés, los arqueólogos carecen de ella. Fuera del marco de la creencia, la falta de objetos que permitirían corroborar o incluso evaluar la validez de los textos bíblicos, genera hipótesis y conjeturas diversas.
Iconográficamente, Moisés es representado como legislador del pueblo hebreo y portando las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos, siendo dichas Tablas su principal atributo en la creencia colectiva e imaginería visual tanto judía como cristiana.