
Con tan solo 14 años, Breanna Mendoza ha tenido que soportar las burlas más hirientes de parte de sus compañeros de escuela. Esto porque su rostro no es como el de los demás; ella sufre de una deformación facial provocada por un defecto congénito llamado “Síndrome de Goldenhar”. Prácticamente le ha cambiado la vida, la gente le expresa su cariño e incluso un grupo focalizado en atender a niños con el mismo defecto le ha ofrecido unas atractivas vacaciones.