
El pequeño Mason regresó a casa de la peluquería con un nuevo corte de pelo y quería saludar a su amiga gallina. Pero al principio aquella no estaba tan segura de que no la estuvieran engañando. Tras caer en los brazos de Mason, la gallina parecía decir: 'este no es el mismo chico que recuerdo. Pero después de asegurarse que se trataba de su buen amigo, volvió para recibir el abrazo.