Nunca me habría planteado que una cáscara de huevo fuese tan útil en mi vida. Sin duda, de haberlo sabido antes, no habría desperdiciado en un cubo de basura tantas y tantas cáscaras cada vez que hacía una tortilla o un huevo frito. Te preguntarás ¿Por qué?
- En primer lugar, las cáscaras de huevo son una fuente increíble de calcio y... ¡se pueden comer! Por supuesto hay que triturarlas hasta convertirlas en polvillo... que resulta ideal para aderezar sopas, salsas, cremas o ensaladas. No aportan ningún sabor al plato, pero sí una fuente de calcio tremenda. A pesar de que la leche tiene fama de aportar ese calcio, lo cierto es que la cáscara de huevo contiene muchísimo más, por lo que ayuda a prevenir la osteoporosis, estimula la médula ósea y reduce los niveles altos de colesterol. Para deportistas, es un complemento ideal.
- Por otro lado, aunque no lo puedas creer, ayuda a cerrar heridas. El interior suave de la cáscara de huevo sirve de apósito para acelerar la curación de cortes o heridas, por lo que no está de más que le hagas un pequeño hueco en un botiquín.
- Las cáscaras de huevo también se pueden hervir junto al café para mejorar su sabor y rebajar su amargura. Por supuesto, antes de hacer esto hay que lavarlas muy bien.
- Aunque no lo creas, las cáscaras de huevo disuaden a las plagas en el jardín. Animales como las babosas se mantendrán alejados de las plantas si se encuentran junto a ellas trozos de cáscaras, bastante afilados y desagradables para ellos.
- Otro uso impresionante es el de la cáscara de huevo como afilador de las cuchillas de la licuadora. Para ello, la cáscara ha debido congelarse previamente. Luego la "licúas" y no solo las afila sino que las limpia. ¡No te lo vas a creer como los deja!
- Entre otros maravillosos usos, sirven para quitar restos de comida de las cacerolas, fortalecer las uñas o incluso reducir las arrugas de la piel si las trituras y las congelas previamente en una cubitera con agua.
- Si no te han parecido razones suficientes para conservar las cáscaras de huevo, que sepas que también sirven como mascarilla nutritiva batiéndolas junto con la clara del huevo, o incluso como blanqueador de la ropa colocándolas en una bolsa de malla en la lavadora.
- Dar a los tomates un “impulso de calcio”. Si tienes una huerta, seguro que sabrás que un problema común de la mata de tomate es que no tiene la suficiente fuerza como para soportar el peso de los frutos. Los jardineros experimentados a menudo colocan cáscaras de huevo en la tierra donde están las plantas de tomate para ayudar a combatir este problema.
- Remedio para la diarrea canina. Si tienes un perro que ha comido algo que no debía, puedes machacar un poco de cáscara de huevo junto a un poso de café, hasta convertirlos en polvo. Espolvorea unas cucharaditas en el pienso o comida. Desaparecerá la diarrea en un sólo día.
- Mineralizante. Deja en remojo las cáscaras de huevo en agua con zumo de limón durante unas semanas y guarda esta mezcla en la nevera. Luego añade un poquito a los batidos de frutas y vegetales, para obtener minerales adicionales.
- Fortalecedor de uñas. Machaca la cáscara de huevo hasta convertirla en un polvo y añade un poco a tu esmalte de uñas. Cuando te pintes, las estarás fortaleciendo. Esto es perfecto para aquellas mujeres que tienen problemas para que les crezcan las uñas o bien las tienen muy quebradizas.
