
El freno Torricelli se compone de una placa de 0,3 m2 situada en en los bajos del coche. Esta placa está conectada a un tubo aspirador. El funcionamiento es sencillo e ingenioso, cuando accionamos el freno la placa baja velozmente hasta el suelo y el tubo succiona hasta crear un vacío. Dicha acción provoca que el coche se pegue al suelo y la distancia de frenado se reduzca en un 40%.