Las venas son los conductos interiores que transportan la sangre de nuestro cuerpo y que recolecta las sustancias de desecho que posteriormente son filtradas por el hígado. Unas venas elásticas y fuertes son esenciales para la buena circulación y la salud del corazón. Sin embargo, con el paso de los años, estas tienden a debilitarse y endurecerse, dando lugar a diferentes problemas de salud.
El envejecimiento es una de las causas de los problemas de las venas. Otros factores que pueden disminuir la calidad de vida son el sedentarismo, consumir exceso de grasa, tener malos hábitos como el tabaquismo o la deficiencia de nutrientes.
Venas várices
Las venas de la parte inferior de nuestro cuerpo tienen un trabajo más pesado que las de otras áreas. Esto se explica por el efecto de la gravedad, que hace más difícil la tarea de llevar la sangre desde los pies hasta el corazón. Las extremidades inferiores tienen que soportar el peso corporal, que influye mucho en la movilización de la sangre a través de la venas.

Cuando las venas se debilitan y las válvulas que controlan la circulación ceden ante la presión fuerte, dejan de funcionar adecuadamente y la sangre empieza a tener problemas para circular hacia el corazón. Al estancarse en la parte inferior del cuerpo, las venas se inflaman y se forman nódulos a los que se les conoce con el nombre de venas várices o varicosas.
Las venas várices están consideradas como un problema antiestético por el tono azulado y la inflamación que producen en las piernas. El resultado son las famosas “arañitas vasculares” que pueden invadir todas las piernas y darles una apariencia poco agradable. No obstante, más allá de ser una cuestión estética, este problema afecta directamente la salud, ya que los tejidos circundantes se ven afectados por la acumulación de toxinas y este daño, a largo plazo, puede causar úlceras. Por si fuera poco, la dificultad que tiene la circulación puede derivar en serios problemas de salud cardiovascular.
Ejercicios para prevenir y combatir las várices
La actividad física es uno de los mejores tratamientos para prevenir y combatir los problemas de venas várices. Hacer ejercicios que impliquen movimiento constante del cuerpo ayuda a mejorar la circulación y actúa de forma efectiva sobre este problema.

Entre los más recomendados encontramos:
- La gimnasia
- La natación
- La bicicleta
- El spinning
- El yoga
- Salir a caminar
Otra buena opción consiste en hacer una rutina de ejercicios de 20 minutos que incluya una buena sesión de levantamiento y estiramiento de piernas. Estos movimientos localizados son ideales para fortalecer las venas.
Por último, coloca tus piernas hacia arriba y súbelas y bájalas unas veinte veces.
Alimentación
La alimentación también desempeña un papel muy importante en la salud de las venas, ya que estas necesitan ciertos nutrientes para fortalecerse y conservar su elasticidad. Se debe incrementar el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 como, por ejemplo, el pescado azul y las semillas. También se debe llevar una dieta a base de frutas y verduras, e incluir aminoácidos, como la levadura de cerveza y la soja.
Jugo para fortalecer las venas y combatir las várices

Este jugo ayuda a reforzar las venas y vasos capilares, además de depurar la sangre para eliminar las toxinas. Su consumo regular contribuye a una mejor circulación sanguínea y reduce la apariencia de lasvenas várices.
Ingredientes
- 1 ramita de apio
- 2 tomates rojos
- 1 diente de ajo
- 1 pedacito de cebolla
- 1 vaso y medio de jugo de aloe (300 ml)
- 1 cucharadita de alga espirulina (5 g)
¿Cómo prepararlo?
Introducir todos los ingredientes en la licuadora, procesar un par de minutos y beber este jugo en ayunas.
Tratamiento casero

Este remedio casero es muy fácil de preparar y da buenos resultados cuando se aplica con regularidad. Simplemente debes comprar una col rizada y separar sus hojas. A continuación, se debe aplanar cada hoja con un rodillo y luego ponerla sobre las áreas afectadas por las várices. Deja actuar este tratamiento toda la noche o unas cuantas horas.
Es muy importante tener en cuenta que el tratamiento de las venas várices no da resultados inmediatos y requiere de una modificación de todos los hábitos de vida. Mejorar la alimentación, hacer ejercicio regular y tener en cuenta estos consejos puede ayudar a disminuir este problema. Sin embargo, en los casos más graves es necesaria la intervención médica.